Resumen
Una nueva enfermedad respiratoria por coronavirus (COVID-19) provocada por el virus SARS-CoV-2, sorprendió al mundo entero, produciendo problemas sociales, económicos y de salud. El COVID-19 desencadena una infección pulmonar con una tormenta de citocinas proinflamatorias múltiples en pacientes graves. Sin tratamientos efectivos y seguros, COVID-19 ha matado a miles de personas y se ha convertido en una pandemia. Se han sugerido células madre como terapia para enfermedades relacionadas con los pulmones.
En particular, las células madre mesenquimales (MSC) se han probado con éxito en algunos ensayos clínicos en pacientes con COVID-19. Los alentadores resultados posicionaron a las CMM como una posible terapia celular para COVID-19. La membrana amniótica de la placenta humana a término es una fuente valiosa de células madre, incluidas las células epiteliales amnióticas humanas (hAEC) y las células estromales mesenquimales humanas (hAMSC). Curiosamente, las células de amnios tienen propiedades inmunorreguladoras, regenerativas y antiinflamatorias. Además, las hAEC y las hAMSC se han utilizado tanto en estudios preclínicos como en ensayos clínicos contra enfermedades respiratorias. Han reducido la respuesta inflamatoria y restaurado la arquitectura del tejido pulmonar en modelos in vivo de lesión pulmonar. Aquí, revisamos los datos existentes sobre el uso de células madre para el tratamiento con COVID-19, incluidos los ensayos clínicos en curso. También consideramos las terapias no celulares que se están aplicando. Finalmente, discutimos el uso de las células de la membrana amniótica humana en pacientes que padecen enfermedades pulmonares inmunes / inflamatorias y planteamos la hipótesis de su posible uso como un tratamiento exitoso contra COVID-19.
Introducción
El COVID-19 (enfermedad por coronavirus-2019) es una nueva enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2 (síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2). Este virus se identificó en varios pacientes con neumonía a fines de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. Desde entonces, el contagio de COVID-19 se ha producido de forma exponencial en todo el mundo, convirtiéndose en el problema más urgente de la salud pública mundial [1, 2].
Tal fue el nivel de propagación y gravedad de la enfermedad que el 11 de marzo de 2020 la OMS (Organización Mundial de la Salud) decidió declararla como enfermedad pandémica [2]. Para el 21 de diciembre de 2020, aproximadamente 77 millones de personas estaban infectadas y se informaron más de 1.6 millones de muertes por COVID-19. La mortalidad global por COVID-19 oscila entre 2 y 10% aproximadamente.
El COVID-19 se caracteriza por una infección pulmonar que en varios casos puede desencadenar una tormenta de citocinas proinflamatorias múltiples. Esta tormenta de citocinas causa diferentes traumatismos pulmonares que incluyen disfunción del intercambio de aire, edema, dificultad respiratoria aguda e infección secundaria. Además, las comorbilidades preexistentes, la edad avanzada y el sexo masculino son los principales factores de riesgo de complicaciones. Estas afecciones podrían provocar la muerte sin un tratamiento eficaz [3, 4].
Desde su aparición, diferentes expertos en biomedicina de todo el mundo se movilizaron para descubrir un tratamiento para controlar esta pandemia. Por lo tanto, el reciente brote de COVID-19 destaca la necesidad urgente de terapias seguras y efectivas, especialmente para los casos más graves.
Las células madre siempre han sido un foco de atención para la medicina regenerativa y las terapias celulares. Las células madre mesenquimales (MSC), en particular, tienen baja inmunogenicidad, capacidad de diferenciación apreciable y excelentes propiedades inmunomoduladoras [5]. Además, las CMM pueden oponerse a la infección viral debido a su producción mejorada de calidad de citocinas. Las CMM están presentes en casi todos los tejidos y sus propiedades y características son diferentes según el tejido. Las propiedades de las células madre aisladas de la placenta humana son únicas, ya que son fáciles de obtener sin procedimientos invasivos y no tienen preocupaciones éticas. Además, las células madre de la membrana amniótica se obtienen en grandes cantidades, no son tumorigénicas y pueden utilizarse en trasplantes alogénicos [6]. Basados no solo en sus fuertes propiedades inmunomoduladoras, sino también debido a que se acumulan principalmente en el pulmón, los expertos comenzaron a considerar las CMM como una fuente prometedora de terapia con COVID-19. De hecho, se han obtenido muchos ensayos clínicos.
Aquí, revisamos y discutimos las características generales de COVID-19, los ensayos clínicos actuales con MSC y las posibles opciones terapéuticas utilizando las células madre de la membrana amniótica humana.
Coronavirus y COVID-19: características y mecanismos de infección
Los virus son partículas infecciosas acelulares que contienen ARN o ADN (monocatenario o bicatenario) que pueden infectar a todas las formas de vida.
Los coronavirus (CoV) son un grupo de virus envueltos con un genoma de ARN de sentido positivo no segmentado, de aproximadamente
Rodrigo N. Riedel, Antonio Pérez-Pérez, Víctor Sánchez-Margalet, Cecilia L. Varone y Julieta L. Maymó
Investigación y terapia con células madre, volumen 12, número de artículo: 155 (2021) Citar este artículo