MONTERREY, Nuevo León. (Notimex).- La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) lleva a cabo un nueva y exclusivo tratamiento a base de células madre con el que se busca contrarrestar los efectos del espectro autista y con ello mejorar la calidad de vida de estas personas y sus familias.
La doctora Consuelo Mancías Guerra, coordinadora del Banco de Cordón Umbilical, y su equipo de trabajo, iniciaron con este proyecto luego de haber sido aprobado por el Comité de Etica del Hospital Universitario en el segundo semestre del 2012.
Destacó que este tratamiento ‘consiste en aplicar células de la médula ósea directamente al cerebro a través de la médula espinal para ayudar a que haya una mejor conexión entre las neuronas’, comentó la especialista, quien cuenta con el nivel I del Sistema Nacional de Investigadores.
‘Estas células ayudan a presionar a las neuronas funcionales de los pacientes autistas, así, por ejemplo, si se encuentran trabajando 10 neuronas en lugar de 30, las células madre impulsan a esas 10 para que puedan realizar funciones como las de las otras 20′, indicó.
Refirió que en el proyecto se hace uso de un concentrado de glóbulos blancos, que es donde se encuentran las células madre, y mediante el cual se reinyectan en el cuerpo del afectado.
Añadió que el uso de células madre en la medicina moderna ha permitido curar o controlar enfermedades del miocardio, el traumatismo medular e incluso el mal de Parkinson.
‘Lo que se está haciendo aquí ya ha sido probado previamente. Luego de ver los estudios que se han hecho en otras partes y la forma en que se han desarrollado, podemos extender su aplicación a diversas enfermedades para hacer su tratamiento más ágil’, apuntó.
Mancías Guerra expuso que esta investigación surgió a partir de un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte en el cual se les inyectaban células madre del cordón umbilical a pacientes con parálisis cerebral, quienes presentaron notorias mejorías en su estado.
Refirió que en la UANL se ha podido implementar este proyecto en pequeños pacientes que presentan autismo y los resultados han sido prometedores, según la Escala de Indice de Autismo en Niños (CARS, por sus siglas en inglés).
‘Hubo un paciente que registró una escala de 45 puntos, lo que lo situaba en el espectro de un autismo severo, pero después de seis meses en tratamiento, pasó a tener un puntaje de 33 puntos, disminución que se tradujo en una mejor condición de vida, ya que su padecimiento era mucho más benigno o menos severo’, dijo.
La especialista puntualizó que la profesionalización de este tratamiento está respaldada en el Departamento de Hematología del Hospital Universitario, cuyo director, el doctor David Gómez Almaguer, cuenta con el nivel III dentro del Sistema Nacional de Investigadores.
Añadió que además ‘estamos protegidos y avalados por una institución que nos está ayudando’, pues si no fuera por la UANL, ‘muchos pacientes no vendrían con nosotros, ya que el reconocimiento que tiene la Institución les da la confianza de que los estudios a que se someterán serán de calidad y sin la intención de lucrar con ellos’.
Mancías Guerra agregó que para el avance y conclusión de la investigación es necesario tener pacientes que cuenten con el consentimiento de los padres o tutores para someterse al tratamiento y que estos se encuentren entre los cinco y 15 años de edad.
‘Los resultados de este método dependerán de qué tan rápido podamos seguir reclutando pacientes. Ese será el tiempo en el que podamos dar una solución a la sociedad, que seguramente seguirá beneficiándose de lo logrado por este método esperanzador’, puntualizó la investigadora universitaria.
Fuente: Diario de Yucatan