Con el paso del tiempo y a través de varias investigaciones se ha determinado que la utilización de las células madre en problemas de artrosis ha dado éxito.
Casi todas las células de nuestro cuerpo tienen una función en específico, pero existe un tipo de ellas que existen en pequeñas cantidades y que tienen la particularidad de no tener ninguna función en específico, son conocidas como las células madre. Estas células especiales tienen la capacidad de autorrenovarse y de poder especializarse, es decir, que si se coloca en un músculo capta las señales y termina siendo una célula muscular.
Existen 3 tipo de células madre:
- TOTIPOTENCIALES. Se obtienen de embriones humanos y son capaces de original prácticamente cualquier tejido.
- PLURIPOTENCIALES: Se obtienen del embrión en etapa avanzada y solo pueden dar parte a un grupo de células específicas.
- MULTIPONTENCIALES: Son células más estables por lo que colocándolas en cierto microambiente, pueden generar la célula que queremos, estas son sacadas de la médula ósea.
¿CÓMO SE HACE?
Con el paso del tiempo y a través de varias investigaciones se ha determinado que la utilización de las células madre en problemas de artrosis ha dado éxito.
La célula madre es inyectada en la articulación afectada, se “transforma” y estimula el crecimiento del cartílago. Al utilizar las mismas células del paciente hay mayor probabilidad de que sean aceptadas. Este proceso ha sido cada vez más aceptado ya que es menos invasivo y si es aplicado correctamente evitará tal vez una cirugía mayor.
Es importante consultar a un especialista para poder desarrollar el tratamiento más acorde a tus necesidades.
