Células madre para conseguir elasticidad en las cicatrices de los pacientes quemados

El servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) ha desarrollado un tratamiento para regenerar las cicatrices de pacientes que han sufrido quemaduras críticas que consiste en inyectar tejido adiposo y Células Madre del propio paciente en la zona afectada.

Según ha explicado a RTVE.es el jefe del servicio de cirugía, Joan Pere Barret, llevan trabajando en esta línea de investigación desde 2009 y observaron que tanto la piel como la función de los músculos mejoraban en pacientes que habían perdido grasa. Posteriormente decidieron probar el tratamiento con pacientes quemados.

Aunque por el momento la técnica se ha aplicado a dos pacientes, la intención es ampliarla a más pacientes. Pere Barret ha apuntado que debido a la limitación de recursos está previsto empezar a aplicar el tratamiento a «pacientes con función muy afectada y quemaduras agudas», en el caso de recibir más fondos para continuar la investigación.

Técnica mixta

La técnica consiste en extraer tejido adiposo (o graso) del mismo paciente, de otro lugar diferente del cuerpo y se procesa, según ha indicado Pere Barret.  Es decir, se centrifuga para concentrarlo y limpiarlo de impurezas; asimismo se aíslan las Células Madre adultas.

Una vez preparadas, se inyectan de nuevo dentro de las cicatrices y sus tejidos blandos, mediante instrumentos de un diámetro muy reducido que permiten la introducción de un pequeño número de células en cada área tratada, según indica Vall d’Hebron.

Con el tejido adiposo consiguen dar volumen a la zona afectada y las Células Madre efectúan el tratamiento. «Hemos comprobado que la mejoría con esta técnica mixta era máxima», ha señalado el cirujano.

En este sentido ha subrayado que en el caso de pacientes que tienen cicatrices en la cara, «poco a poco mejoraba la calidad de los tejidos». Asimismo, los resultados apuntaban a que este tipo de terapia, aplicado a cicatrices maduras, podía mejorar física y mecánicamente la piel y también desde un punto de vista estético.

Mejora respecto a la cirugía plástica

Pere Barret ha manifestado que aunque cada vez existen más formas de tratar a los pacientes con cirugía plástica, en el caso de los pacientes quemados existen limitaciones: «No tienen suficiente piel para reconstruir las quemaduras, se coloca una piel muy fina y en ocasiones se forma una gran cicatriz».

Además, la dureza de la cicatriz puede restar flexibilidad y, debido a la falta de hidratación continua, pueden aparecer úlceras, con lo cual el paciente tiene que volver a pasar por el quirófano. «Estamos buscando la manera de conseguir mejorar esas secuelas mediante otro tipo de tratamientos», ha subrayado el cirujano.

Ahora este servicio del Hospital Universitario Vall d’Hebron está esperando recibir financiación de dos becas para poder llevar a cabo el estudio con una muestra de entre 200 y 300 pacientes a nivel europeo.

VICKY BOLAÑOS 15.07.2014

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