Cómo la Terapia Con Células Madre Podría Ayudar a Reparar y Regenerar Su Cuerpo

El propósito principal de las células madre es mantener, curar y regenerar el tejido, en cualquier parte de su cuerpo. Este es un proceso continuo que ocurre a lo largo de su vida.

Las células madre adultas podrían ser aisladas y replicadas de la grasa corporal, y luego, inyectadas de nuevo en un área que necesite ser sanada o regenerada. Las células madre podrían ser almacenadas, para un uso futuro, en bancos especiales de almacenamiento de células madre
Algunas indicaciones clínicas son en lesiones de las articulaciones y tejidos, hernias y protuberancias en los discos, diabetes, daño de los órganos, enfermedades autoinmunológicas y neurológicas, así como lesiones de trauma cerebral, aunque no son todas

Kristin Comella,1 quien fue nombrada número 1 en la lista de los 10 mejores innovadores de células madre de la Academia de Prácticas Regenerativas; durante casi dos décadas, fue investigadora de células madre.

Comella, quien tiene títulos en ingeniería química y biomédica, comenzó a trabajar con células madre en el posgrado, al utilizar una técnica llamada clasificación de células magnéticas, que consiste en etiquetar con nanopartículas de imanes dentro de las células, y luego separar las células basadas en las proteínas que expresaban.

Ella explica que, «Lo que hemos aprendido a lo largo de los años es que las células madre expresan diferentes proteínas a otros tipos de células en el cuerpo». «Eso me introdujo en el campo de las células madre».

Uso de Células Madre Para Regenerarlos Tejidos

A lo largo de los años, ha trabajado para varias empresas diferentes. En una empresa nueva en Maryland, utilizó células madre de la médula ósea (células madre mesenquimales expandidas por cultivo) para hacer la regeneración del menisco.

Al colocar estas células directamente en la articulación de la rodilla, podría repararse o inclusive hacer crecer de nuevo un menisco dañado.

Durante un tiempo, también fue jefa del centro de Buenas Prácticas de Manufactura (GMP, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Tulane, una instalación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, ubicada en el Centro Tulane de Terapia Genética.

Allí, su trabajo consistía en el uso de células madre mesenquimales de médula ósea para la regeneración de la médula espinal.

Durante los últimos 13 años, ha trabajado para U.S. Stem Cell, una compañía fundada en 1999. La compañía comenzó a proporcionar células madre para cuidados cardiaco, al público en general. Las células madre derivadas de los músculos se pueden utilizar para reparar el daño cardíaco asociado con ataques cardiacos.

«Nuestra compañía trató a nuestro primer paciente en 2001. Desde entonces, hemos tratado a más de 7 000 pacientes. Empezamos a buscar otras aplicaciones hace una década. También comenzamos a buscar las células madre en una variedad de fuentes diferentes», dijo ella.

El objetivo principal de las células madre es mantener, sanar y regenerar los tejidos dondequiera que estén localizados en su cuerpo. Este es un proceso continuo que se produce dentro del cuerpo a lo largo de su vida.

Si no tuviera células madre, su esperanza de vida sería de aproximadamente una hora, porque no habría nada para reemplazar las células deterioradas o el tejido dañado.

Además, cada vez que su cuerpo está expuesto a cualquier tipo de toxina, el proceso inflamatorio hace que las células madre plaguen el área para reparar el daño.

«Por ejemplo, podría haber ido al gimnasio esta mañana [y] … haber hecho algunas sentadillas. Como resultado de ello, tendría algunos desgarres intramusculares. Las células madre que residen bajo el músculo saldrían y repararían todos estos desgarres.

La razón de que suceda eso es que, si acude continuamente al gimnasio, empezará a desarrollar nuevos músculos, y eso es debido a que las células madre ayudan a reparar y desarrollar ese nuevo músculo, y trabajan arduamente debajo del músculo. Esto podría aplicarse en todos los tejidos del cuerpo», explica Comella.

Fuente: Mercola

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