Un niño que fue operado de paladar hendido. Las Células Madre del cordón umbilical vuelven a ganar

La ciencia | Los investigadores logran otro gran avance utilizando células madre no embrionarias

Los bebés que nacen con paladar hendido, un defecto de nacimiento desfigurante, generalmente se enfrentan a al menos tres cirugías reconstructivas durante la infancia. Pero tratarlos puede ser más fácil después de que los médicos en Bogotá, Colombia, por primera vez repararan con éxito el paladar hendido de un bebé con células madre extraídas de la sangre del cordón umbilical.

La técnica ofrece la esperanza de un doble triunfo: mejores opciones de tratamiento para niños con el defecto de nacimiento y otro gran avance para las células madre no embrionarias, que se pueden usar sin matar a un embrión humano.

Un paladar hendido ocurre cuando el tejido en el techo de la boca de un bebé no nacido no se une completamente. Los niños que nacen con él a menudo se enfrentan a dificultades de alimentación, problemas respiratorios, impedimentos del habla, problemas de audición, anomalías dentales y un mayor riesgo de infecciones del oído. Un paladar hendido afecta a aproximadamente 2,700 niños en los Estados Unidos cada año.

Los médicos suelen realizar la primera cirugía cuando el bebé tiene entre 6 y 12 meses de edad. Cuando el niño tiene alrededor de 8 años, los médicos generalmente realizan un injerto óseo extrayendo hueso de otra parte del cuerpo del niño, generalmente la cadera, e injertándolo en la boca del niño para cerrar la hendidura. El injerto óseo plantea complicaciones potenciales y somete al niño a una o más cirugías adicionales.

Las células madre del cordón umbilical pueden crecer en casi cualquier tipo de célula y se han utilizado en diversos estudios médicos para regenerar o curar tejidos. En el estudio publicado en The Journal of Craniofacial Surgery, los investigadores aislaron células madre del cordón umbilical de un niño y las congelaron para su uso posterior. Cuando el niño llegó a los 5 meses de edad, los médicos utilizaron un pequeño pedazo de biomaterial absorbible para construir un andamio y cerrar la brecha en la mandíbula superior. Luego inyectaron las células madre en un bolsillo de tejido blando.

Los estudios de seguimiento mostraron que el nuevo hueso creció y cerró la hendidura, proporcionando un buen soporte para el desarrollo normal de los dientes y haciendo innecesario el injerto óseo. A los 5 años, el niño mostró un grosor normal del hueso de la mandíbula.

Los médicos pueden recolectar fácilmente las células madre del cordón umbilical, y el procedimiento no representa ningún riesgo para el bebé o la madre, dijeron los investigadores en un comunicado.

 

por Julie Borg

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