Una inyección de Células Madre reduce el riesgo de muerte en Covid-19 grave

Cuando se administran por vía intravenosa, este tipo de células migran naturalmente a los pulmones

Investigadores de la Facultad de Medicina Miller, en la Universidad de Miami, han realizado un estudio innovador mediante el cual se han mostrado evidencias científicas de que la inyección de células madre mesenquimales derivadas del cordón umbilical reducen de manera segura el riesgo de muerte y aceleran el tiempo de recuperación de los pacientes más graves de Covid-19, según los resultados publicado en STEM CELLS.

El estudio se centra en 24 pacientes hospitalizados en la Universidad de Miami o en el Jackson Memorial Hospital por Covid-19 que desarrollaron dificultades respiratorias graves. Cada uno recibió dos inyecciones, con días de diferencia, de células madre mesenquimales o placebo. «Fue un estudio doble ciego. Ni los médicos ni los pacientes sabían qué era lo que se estaba inyectando«, explicó Camillo Ricordi, uno de los principales autores del estudio. «Se administraron dos inyecciones de 100 millones de células madre en tres días, para un total de 200 millones de células en cada sujeto del grupo de tratamiento». Los investigadores encontraron que el tratamiento era seguro, sin efectos adversos serios.

Un mes después, la supervivencia de los pacientes en el grupo tratado con células madre fue del 91 por ciento, mientras que en el otro fue de un 42 por ciento. Entre los pacientes menores de 85 años, todos los tratados con células madre mesenquimales sobrevivieron al mes. Ricordi y el resto de investigadores también observaron que más de la mitad de los pacientes tratados con células madre mesenquimales se recuperaron y regresaron a casa en un plazo de dos semanas después del último tratamiento. El 80 por ciento del grupo de tratamiento se recuperó al día 30, frente a menos del 37 por ciento del grupo al que se le inyectó placebo.

«El cordón umbilical contiene células madre progenitoras, o células madre mesenquimales, que pueden expandirse y proporcionar dosis terapéuticas para más de 10.000 pacientes de un solo cordón umbilical. Es un recurso único de células que están siendo investigadas para su posible uso en aplicaciones de terapia celular, en cualquier momento en que se tenga que modular la respuesta inmunológica o inflamatoria», dijo.

Células mesenquimales para restaurar respuesta inmune normal

Las células mesenquimales no sólo ayudan a corregir las respuestas inmunes e inflamatorias que se desvían, sino que también se ha demostrado que promueven la regeneración de los tejidos. «Los resultados son de vital importancia no sólo para el Covid-19 sino también para otras enfermedades caracterizadas por respuestas inmunes aberrantes e hiperinflamatorias, como la diabetes autoinmune de tipo 1».

Cuando se administran por vía intravenosa, las células madre mesenquimales migran naturalmente a los pulmones. Ahí es donde se necesita la terapia en los pacientes de Covid-19 con el síndrome de dificultad respiratoria aguda, una complicación peligrosa asociada con la inflamación grave y la acumulación de líquido en los pulmones.

El éxito temprano con las células madre mesenquimales

Cuando comenzó la pandemia, Ricordi preguntó a sus colaboradores en China si habían estudiado el tratamiento con células madre mesenquimales en los pacientes con coronavirus. De hecho, ellos e investigadores israelíes informaron de un gran éxito en el tratamiento de los pacientes de Covid-19 con las células madre, en muchos casos con el total de los pacientes tratados sobreviviendo y recuperándose más rápidamente que los que no recibieron tratamiento con células madre.

Pero había un escepticismo generalizado sobre estos resultados iniciales, porque ninguno de los estudios había sido aleatorio, en los que los pacientes recibían al azar un tratamiento o una solución de control (placebo), para comparar los resultados en grupos de pacientes similares.

Ahora, según ha señalado Ricordi, el siguiente paso es estudiar el uso de las células madre en pacientes con Covid-19 que aún no están gravemente enfermos pero que corren el riesgo de tener que ser intubados, para determinar si las infusiones evitan la progresión de la enfermedad.

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